A ZULETA HAY QUE RELEERLO PORQUE ES SIEMPRE ACTUAL
El diálogo es hoy una necesidad de la humanidad':
Estanislao Zuleta
En memoria del
fallecido filósofo, publicamos apartes de una reflexión que ofreció al M-19 en
1989.
11:49 p.m. | 19 de febrero de 2015
Foto: Archivo
El comandante del M-19, Carlos Pizarro, y el entonces consejero
presidencial de Paz, Rafael Pardo Rueda, en el proceso de paz que se menciona
en esta nota sobre Zuleta.
“Solo un pueblo escéptico de la guerra
y maduro para el conflicto es un pueblo también maduro para la paz”.
Para el año de 1989 el M-19 estaba ya
empeñado en un diálogo con el gobierno de Virgilio Barco para pactar la paz.
Fue, en América Latina, la primera guerrilla que renunció al alzamiento armado
para, a cambio de la insurgencia, hacer política legal y pacíficamente.
La discusión sobre la democracia
(“ancha y profunda y construida de abajo hacia arriba y de adentro hacia
afuera”) y el valor del diálogo político para terminar la guerra y/o resolver
conflictos fue algo crucial en esos momentos para quienes íbamos a pasar de la
guerra a la paz.
Estanislao Zuleta generosamente quiso
compartir su pensamiento sobre estos temas y lo hizo subiendo hasta el
campamento del M-19 en las montañas del Cauca.
Esta es una versión sintetizada de sus
reflexiones, por lo demás extraordinariamente vigentes para la actual coyuntura
colombiana, que publicamos con motivo de los aniversarios de su natalicio y de
su fallecimiento. La conferencia completa del filósofo puede ser consultada en www.oigahermanohermana.org/pages/Conferencia_de_Estanislao_Zuleta
La democracia
Ya que se han embarcado ustedes en este
asunto de defender la paz, de promover la paz y luchar por construir una
democracia más amplia y participativa, voy a hablarles un poco de cuán difícil
es precisamente defender la democracia y sustentar seriamente esa defensa. Hay
dos problemas: uno de la historia, y hay otro de la democracia misma.
En la historia nuestra es suficiente
examinar un punto, para lo que nos interesa. La democracia no pertenece a las
tradiciones de la izquierda, esto hay que decirlo francamente. Las tradiciones
de la izquierda han estado determinadas, entre nosotros –y a una escala mundial
también–, por el marxismo, y el marxismo no es un pensamiento democrático.
Marxmismo no lo era, pero luego la cosa
empeoró con Lenin y se dañó del todo con Stalin. Marx comentó los derechos
humanos haciendo una inmensa confusión, confundió la ideología individualista,
sensualista, utilitarista, liberal de la época, en que fueron proclamados, con
el acontecimiento político mismo. Y por ponerse a criticar, casi siempre con
razón y mucha brillantez, esa ideología, criticó el acontecimiento mismo, la
cuestión de los derechos humanos como una simple expresión del egoísmo de un
mundo capitalista, de un mundo burgués, del individualismo egoísta.
COMETARIO DE LECTOR: En el imperio
capitalista no existe la democracia, porque la democracia es el gobierno del
pueblo para el pueblo y el pueblo no gobierna en el imperio capitalista. Por el
contrario, está sometido, esclavizado, oprimido sin derechos. Por pueblo se
debe entender a los trabajadores tanto físicos como intelectuales
(proletariado). Por lo tanto, el principal problema no es la izquierda ni el
marxismo, el principal problema es la ausencia de la democracia que la
humanidad solo conoce teóricamente al igual que el proyecto socialista y su
evolución a la sociedad comunista. No se puede “construir una democracia más
amplia y participativa” donde esta no existe.
Mi derecho de asociación, por ejemplo,
depende de que también los demás tengan derecho a la asociación. Si no hay
derecho a la libre asociación o si solo un partido tiene derecho a existir,
como en los regímenes de partido único, entonces ya no tengo derecho sino a
solo dos cosas: o a sumarme al partido que tiene derecho a existir o a no
asociarme políticamente en ninguna otra forma. Es decir, para que yo tenga un
libre derecho de asociación, quiere decir que puedo asociarme a partir de mis
ideas o que pueda escoger entre varias asociaciones políticas existentes; de
otra manera, no es tal mi derecho, ni mi libertad de asociación.
COMETARIO DE LECTOR: Exacto, el derecho a la libre
asociación para construir organizaciones empresariales, sindicales, civiles o
políticas, en el imperio capitalista solo es teoría para el pueblo, pues este
derecho, al igual que todos los demás derechos, están mediados, controlados,
manipulados por el dinero y este es propiedad antidemocrática de los
capitalistas con el cual imparten su “derecho privado” y con él la constitución,
la ley, el gobierno y el estado antidemocrático que rige su imperio.
La idea de que la democracia no es más
que una especie de máscara que se pone a sí mismo el capitalismo, bajo la cual
se puede dar el lujo de explotar, de hacer, de dominar, etc., ha marcado
histórica y profundamente la tradición de la izquierda, independientemente que
se trate de un partido o de que se proclame marxista-leninista o no.
COMETARIO DE LECTOR: Esta afirmación es falsa, porque
el marxismo concibe la democracia como lo que es: “el gobierno del proletariado
para el proletariado”
Ahora les quiero compartir un poco
acerca de las dificultades en que ustedes se han embarcado al comprometerse a
promover y construir una democracia amplia y participativa, y las reservas y
hostilidades que encontrarán.
En la democracia nadie ocupa el poder
por derecho propio, es un rasgo específico de la democracia. Por derecho
propio, es decir, o porque tiene una sangre particular, la nobleza o por sus
derechos de propiedad, por herencia o porque tiene la verdad, eso no. Solo se
ocupa el poder por delegación y se tiene que reconquistar o perder, y ese es un
rasgo esencial en este debate de la democracia.
El que tiene un poder, pero ese poder
carece de todo control, tiende al abuso del poder. Es necesario un control del
poder, del poder político, del poder del Estado, y es un control que solo
puedan ejercerlo aquellos sobre quienes se ejerce ese poder, y no solamente los
amigos que él nombra para que no lo controlen y que los destituye si lo hacen.
Es decir, se requiere un control efectivo.
La democracia es la cátedra en vivo de
la política para los pueblos. La necesidad de aprender continuamente a luchar
por sus intereses y averiguar cuáles son. La democracia es siempre un proceso
que puede ampliarse, pues no hay ninguna democracia terminada ni acabada... y
se aprende a participar participando ¡así como bailando se aprende a bailar!
La dificultad crece, también desde
luego, porque sociedades muy injustas en las que existe no solamente una
distribución aberrante de los ingresos y de la riqueza, sino también en la que
existen toda clase de injusticias, son sociedades que se suelen llamar
“democráticas”, refiriéndose con ello a unos cuantos procedimientos, como, por
ejemplo, los procedimientos electorales, por medio de los cuales se nombran
presidentes y congresos, reduciendo la democracia a un mecanismo procedimental.
Entonces... de qué poco sirve tener derechos si la sociedad en que uno vive no le da posibilidades para ejercerlos.
Entonces... de qué poco sirve tener derechos si la sociedad en que uno vive no le da posibilidades para ejercerlos.
COMENTARIO DE LECTOR: Reconoce que el imperio
capitalista es muy injusto y mentiroso cuando se proclama democrático, lo cual
confirma que su naturaleza no es democrática ni mucho menos parecida y
reconfirma erróneamente que el principal problema es la izquierda y el marxismo
y no la naturaleza antidemocrática del imperio que llama “sociedad injusta” que
“hace crecer la dificultad” para imponer la democracia real.
El diálogo
El diálogo es lo más importante en
nuestra época, pero detrás del diálogo se necesita que haya alguna fuerza, que
no es necesariamente violencia; es el caso, por ejemplo, con la posibilidad que
tiene un sindicato de parar o hacer una huelga, lo que no quiere decir que el
sindicato se vaya a tomar la empresa o la fábrica a bala, sino que es una
fuerza. Y puede haber muchas otras fuerzas.
Es muy probable que con tres ilustres
pensadores inermes el Gobierno no se siente a discutir, así no más, como se
sienta hoy con el M-19; es muy probable que si se sienta hoy dialogar con el
M-19, es porque siente que el M-19 representa o tiene algún poder. De manera
que tampoco fue un error el proceso de construcción de ese poder, porque ese
poder dio origen a que hubiera hoy este diálogo, y el diálogo apoyado por la
gente es una fuerza y resulta tan decisivo o más decisivo aún que un poder
armado, y a ese poder no se le pueden oponer las armas...
Porque no hay que creer en el culto de
las armas. Es decir, para forzar el diálogo muy frecuentemente se necesita
tener una fuerza, pero esa fuerza no tiene que ser necesariamente una fuerza
armada, porque puede ser armada y no servir para nada.
COMENTARIO DEL LECTOR: Las armas en poder del imperio
capitalista no las utiliza para promover el dialogo y la construcción de la
democracia sino para reprimir al proletariado y perpetuar su nefasto sistema
económico basado en el endeudamiento financiero esclavista y un mecanismo
electoral para elegir y nombrar a funcionarios que representen su poder como
autoridades que gobiernan los países subsidiarios bajo su total control y
dependencia.
Tenemos, pues, que el diálogo es quizás
el elemento más importante de la vida de la humanidad de hoy; es una necesidad.
Ahora la humanidad, al igual que en épocas anteriores en que enfrentó graves
amenazas, guardadas sus proporciones y diferencias, tiene que inventar el
diálogo también para sobrevivir, porque no la va a destruir ningún enemigo
externo, sino ella misma si no aprende a dialogar y a concertar.
El diálogo tiene que ser en alguna
medida racional, ofrecerse, someterse y enriquecerse con la argumentación...
Una característica esencial de una mentalidad democrática, en un sentido
moderno, es la que acepta el pluralismo por la sola razón de que es imposible
conseguir la unanimidad.
La lucha por la democracia es la lucha
por la fuerza creciente del pueblo, no para sustituirlo con un ejército –aunque
sea muy eficaz y muy bienintencionado–, sino por hacer que crezca la fuerza del
pueblo mismo. Eso nos da un panorama efectivo de en qué consiste la democracia.
No es suficiente, aunque es importante,
que la democracia se conceda de manera concertada, que se escriban leyes, pero
de todas maneras de poco valen las leyes escritas en un libro, cuando no existe
el poder de hacerlas cumplir o cuando no están impresas en la mente de los
hombres, o cuando ni siquiera el pueblo las conoce. Tener un derecho que uno ni
siquiera conoce es lo mismo que no tenerlo.
Aprender, pues, a estimar y afirmar la
democracia es aprender a luchar con entusiasmo, con coraje, sin esas ilusiones
maniqueas, sin sentirse el representante único de la verdad, de la historia,
del pueblo, del poder tan supuestamente auténtico y tan nítido que todo lo que
difiera de lo que yo digo está contra el pueblo, contra la historia, contra la
verdad.
Es importante también, para abrir un
proceso como el que ustedes han emprendido y han expuesto, lo que dicen sobre
que no se trata solo del M-19: se trata de un movimiento en el que ustedes
están, pero que lo excede, porque pueden y deben estar muchos otros, y que es
mucho más, es un movimiento por la paz, un movimiento por la democracia.
Epílogo
Ya para terminar esta charla, voy a
plantear lo siguiente: el problema de la revolución se puede plantear en dos
sentidos, en el sentido de la Revolución francesa de 1789, de la Revolución
soviética de 1917, de la Revolución china de 1949 o el de la Revolución cubana
de 1959; en ese sentido se puede hablar de LA REVOLUCIÓN, esas son las
revoluciones que estallan.
Pero también se puede hablar en otro
sentido, el de las revoluciones que ocurren y que nunca estallaron, que pueden
producir transformaciones igualmente profundas en la vida y la sociedad, con
relativa estabilidad.
Los mismos marxistas utilizan el
término revolución en los dos sentidos. Por ejemplo, Engels dice que la
revolución más importante del mundo occidental hasta su época fue el Renacimiento,
pero el Renacimiento nunca estalló, nadie lo decretó... Comenzaron los unos a
pensar diferente, a ser distintos, y luego el comportamiento social también fue
distinto, pero nunca estalló.
Entonces, no se preocupen si a ustedes les dicen
que no son revolucionarios. Por lo que ustedes están haciendo, es posible que
ocurra una revolución.
COMENTARIO DEL LECTOR: ¿Acaso
la revolución francesa no estallo? Fueron los masones quienes hicieron la
revolución industrial y la revolución francesa inspirados en las ideas del
renacimiento y de la investigación científica prohibida por las religiones
principalmente la católica y por lo cual tuvieron que vivir en la
clandestinidad hasta nuestros días que siguen gobernado desde las sombras, aliados
con los sionistas judíos, el OPUS DEI católico y la mafia criminal mundial
conformada y financiada permanentemente por ellos (imperio capitalista). Así
mismo la teoría marxista inspira la construcción del socialismo en marcha al comunismo para imponer la
democracia real que es el gobierno del proletariado para el proletariado, lo
cual tiene que pasar por la etapa de demolición del actual sistema social en
poder del imperio capitalista, en todos los frentes: ideológico, económico,
político, social, cultural y militar pues la democracia necesita construir una
fuerza armada que defienda su construcción.
¿Quién fue E. Zuleta?
El ‘Elogio de la dificultad’ fue pronunciado por Zuleta en la U. del
Valle, al recibir el doctorado honoris causa en Psicología. Archivo
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(Medellín, 3 de febrero de
1935-Cali, 17 de febrero de 1990). Filósofo, escritor y pedagogo, reconocido
por la importancia de sus contribuciones académicas y su extraordinaria
oratoria. Incursionó en campos como la economía, el psicoanálisis y la cultura.
Fue escogido por la revista ‘Semana’ (1999) como uno de los grandes pensadores
del país.
DIEGO ARIAS
Excombatiente del M-19
Especial para EL TIEMPO
DIEGO ARIAS
Excombatiente del M-19
Especial para EL TIEMPO
COMENTARIO DEL
LECTOR: Gracias a personas como este gran pensador y
los integrantes del M19 es que el proletariado se ha ido empoderando de sus
derechos y reivindicaciones sociales que más temprano que tarde lo impulsaran a
organizarse y construir su democracia.