El planeta tierra es el
paraíso terrenal, el sitio escogido por la madre creadora para ubicar su
proyecto de vida biológico y humano, a partir de su energía o fuerza creadora
eterna. Generó el espíritu de vida incorporándolo al cuerpo físico material de
la vida cuántica, formando un ser holístico, dotado de una conciencia con
capacidad para discernir, tomar decisiones volitivas autónomas, soberanas y
evolucionar a través del tiempo de permanencia de acuerdo a sus actividades y
actos realizados durante su existencia en este paraíso, y una mente para
generar pensamientos de conciencia que la expresan y la reflejan ante otros
seres vivientes.
En un principio la humanidad
vivió en armonía con la naturaleza estableciendo una comunidad en convivencia
pacífica, guida por el género humano femenino como portadora de la capacidad creadora
de nuevas vidas humanas, disfrutando de los bienes naturales y de los creados
por su conocimiento y capacidad de trabajar.
La conciencia del género
humano masculino se dejó tentar por el aspecto negativo de su conciencia,
fortaleciendo el ego de sus instintos de supervivencia y poder, representados
por la culebra del demonio, para someter y esclavizar al género humano femenino
y a otros seres débiles del género
humano masculino, apropiándose del paraíso terrenal, en calidad de patriarcas,
reyes, emperadores, tiranos y déspotas de todo tipo.
En la actualidad, esta
culebra demoniaca se representa en las cadenas del endeudamiento financiero
esclavista de los amos de este paraíso terrenal, que margina al 80% de la
población mundial condenándolos al hambre y la miseria permanente.
El género humano femenino,
está destinada a destruir esta culebra demoniaca aplastándola por la cabeza, inspirada
en principios y valores universales para establecer de nuevo la comunidad
humana en convivencia pacífica acatando y respetando las leyes dadas por la
madre creadora, leyes físicas, espirituales y sociales.
¡La
mermelada monetaria solo endulza la vida de unos pocos privilegiados¡
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